miércoles, 21 de diciembre de 2011

Literatura Medieval (IV): Prosa y Teatro



Orígenes de la Prosa



Aunque el castellano era la lengua utilizada en la vida diaria y en la comunicación oral, en la Edad Media los libros - de cualquier materia: historia, filosfía, astronomía... - se escribían en latín, que era la lengua de la cultura. Esta situación empezó a cambiar hacia el siglo XIII, especialmente a partir de la fundación de las primeras universidades, hecho que rajo consigo un aumento del número de personas que sabían leer y escribir. Los primeros textos en prosa romance, del siglo X, son las Glosas silenses y las Glosas emilianenses (de los monasterios de Silos y de San Millán, en Burgos y la Rioja, respectivamente), pero se trata únicamente de una serie de palabras y frases sueltas que alguien anotó.

Aunque el castellano era la lengua utilizada en la vida diaria y en la comunicación oral, en la Edad Media los libros - de cualquier materia: historia, filosofía, astronomía... - se escribían en latín, que era la lengua de la cultura. Esta situación empezó a cambiar hacia el siglo XIII, especialmente a partir de la fundación de las primeras universidades, hecho que rajo consigo un aumento del número de personas que sabían leer y escribir. Los primeros textos en prosa romance, del siglo X, son las Glosas silenses y las Glosas emilianenses (de los monasterios de Silos y de San Millán, en Burgos y la Rioja, respectivamente), pero se trata únicamente de una serie de palabras y frases sueltas que alguien anotó en documentos redactados en latín. No tiene, pues, intención literaria alguna, y se escribieron de facilitar la compresión de los citados documentos. 

Las primeras manifestaciones de la prosa literaria en castellano no las encontramos hasta el siglo XIII. Por tanto, el castellano con fines literario comenzó a usarse mucho antes en verso (lírica popular, cantares de gesta) en que prosa.
Teatro en la Edad Media


Las primeras manifestaciones del teatro medieval son de carácter religioso: la representación de los episodios más importantes de la vida de Jesucristo, particularmente de su nacimiento y su muerte. Estas representaciones tenían lugar normalmente en los claustros o pórticos de las iglesias. Aleándose un tanto de su propósito didáctico – religioso, se introdujeron elementos cómicos y profanos, como una concesión al público, por lo que pasaron a realizarse en plazas públicas. 

En España, estas representaciones religiosas recibieron el nombre de autos. Sólo se conservan 147 versos del Auto de los Reyes Magos, de finales del siglo XII. Hasta el siglo XV no se tiene referencia de más piezas teatrales aunque el drama religioso debió de tener gran vitalidad durante toda la Edad Media.
Ya hacia finales del siglo XV, aparecen las obras de que es considerado el padre del teatro castellano, Juan del Encina. Dentro de un tipo de teatro primitivo, es el primer autor cuyas obras presentan una acción escénica perfectamente estructurada. Sus quinces piezas dramáticas pueden dividirse en dos grupos; las de tema religioso o popular, continuadoras de la tradición medieval, y las de tema amoroso y festivo que reflejan ambientes de la época. Son piezas cortas, de un solo acto, escritas en verso, y se representaban generalmente en el interior de los palacios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario