miércoles, 21 de diciembre de 2011

Literatura Medieval (II)

Lírica popular. Orígenes de la lírica 

Las primeras manifestaciones literarias en la lengua romance se dieron en el género de la lírica, en forma de composiciones breves que recogían las canciones que el pueblo cantaba para acompañar las labores domésticas y otras actividades de la vida cotidiana. El tema principal es el amor, pero hay también canciones de siega, de boda, de romería, de mayo....

Estas poesías eran anónimas y se trasmitían oralmente, por lo que muchas de ellas no se han conservado, o lo han hecho, a veces en diversas versiones, gracias a que fueron recogidas de forma escrita muchos años más tarde por autores cultos. 
Junto a la lírica popular convive la lírica culta y refinada, la lírica de los trovadores provenzales, que influyó en la poesía primitiva catalana. 

Debido a la variedad cultural y lingüística que presentaba la Península en la época medieval, la lírica tradicional aparece bajo diferentes formas y lenguas: las jarchas (en dialecto mozárabe), la lírica catalana, la lírica gallego - portuguesa, la lírica tradicional castellana.


Las jarchas 

En el sur, en la zona del Al-Ándalus (Andalucía), se originan las jarchas, las primeras manifestaciones líricas conocidas; algunas son de finales de siglo X. Están escritas en mozárabe, dialecto hablado por los cristianos que vivían en territorio árabe. Son canciones populares, de no más de cinco o seis versos, que poetas árabes y hebreos, atraídos por su belleza, recogieron al final de las moaxajas, composiciones en lengua árabe o hebrea. 

El tema de las jarchas es casi siempre el amor, expresado por una mujer:

Vayse meu corachón de mib,
¿ya, Rab, si se me tornarád?
¿tan mel meu doler li-l-habit!
enfermo yed ¿cuánd sanarád?
Mi corazón se me va de mí,
¿ya, señor, no sé si volverá?
¡Me duele tanto por el amado!
Está enfermo, ¿cuándo sanará?

Lírica gallego – portuguesa 

Las primeras composiciones de la lírica gallego – portuguesa, muy influidas por la provenzal, aparecen a finales del siglo XII, y alcanzan su mayor desarrollo en el siglo XIII. Tan grande fue el prestigio de esta lírica que incluso el rey castellano Alfonso X el Sabio escribió en esta lengua, el gallego – portugués (en aquella época era una única lengua), sus Cantigas, 472 poesías en total, la mayor parte en alabanza de la Virgen (Cántigas de Santa María).
En la lírica gallego – portuguesa se distinguen tres géneros: cantigas de amor, poemas de amor cortés al estilo provenzal, en que un poeta cata el amor de su amada; cantigas de amigo, en las que una mujer expresa su tristeza y melancolía por la ausencia del amado; cantigas de escarnio, sátiras y burlas contra determinados personajes.

Lírica tradicional castellana

Está formada por canciones populares que se trasmitían oralmente; de ahí que sean anónimas. Ninguna de ellas se ha conservado en manuscritos anteriores al siglo XV. La forma métrica generalmente utilizada es el villancico tradicional zéjel, formado por un estribillo (de dos o tres versos) que se repite, y una serie de estribillos (glosas) que desarrollan el tema propuesto por aquél. Los versos más frecuentes son de seis y de ochos sílabas, y la rima puede ser consonante o asonante. 

Los géneros principales son planto, llano o endecha, canciones funerarias que expresan el doro de la muerte un ser querido; mayas, que cantan la llegada de la primavera y del amor en el mes de mayo; canciones de trabajo, sobre las diferentes labores del campo; canciones de amor; cantos de boda…



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